Comisiones Obreras ha presentado ante la Dirección General de Empleo un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que contempla el despido de 35 de los 49 trabajadores que cobran una nómina en el sindicato. De aplicarse al final esta propuesta, CC OO perdería de un golpe el 71% de su plantilla. Las cifras, sin embargo, pueden no ser las definitivas y variar en el curso del mes de negociación que se abrió ayer con el comité de empresa del sindicato.
El escenario de esta negociación fue definido ayer mismo por el secretario general, Carlos Sánchez: «Hay que reducir el gasto anual en unos 160.000 euros. Cada día que pasa perdemos en torno a 1.000 euros» resaltó el líder sindical que, por ello, ha apuntado que el retraso de la entrada en vigor del ERE «hace daño» a las finanzas de la organización.
La intención de la dirección de CC OO es que el Expediente de Regulación de Empleo empiece a aplicarse el 1 de octubre.
Comisiones Obreras tiene una plantilla de 49 empleados. Entre ellos hay seis que tienen la categoría de sindicalistas y que han quedado al margen del ERE, una circunstancia que ha sido criticada por los trabajadores afectados por la discriminación que supone. Los 35 despidos, por tanto, se aplicarán a un contingente de 43 empleados.
La dirección del sindicato y el comité de empresa celebrarán los próximos días 3 y 5 de septiembre las primeras reuniones. El punto de partida no será sencillo. Sánchez ya tuvo que retirar a mediados de agosto el primer ERE, que fue rechazado frontalmente en asamblea (de 28 votos hubo 26 en contra, uno a favor y uno en blanco). En aquel momento, la posición inicial de la dirección de CC OO era sensiblemente mejor que la que ahora se pone sobre la mesa: despedir a 23 trabajadores, cifra que luego se redujo en la negociación a 14 extinciones y que fue la propuesta rechazada por la plantilla.
El comité de empresa no quiso hacer ayer ninguna valoración previa, pero recalcó que la propia dirección del sindicato les ha indicado que la cifra definitiva de afectados puede variar en función de que se acepte la aplicación de otras medidas como la reducción de jornada y salario. En cualquier caso la aplicación de este tipo de medidas en la anterior negociación solo alcanzó a reducir en un trabajador la propuesta de despidos, plan que tampoco fue aceptado por la plantilla del sindicato.
El 10 de julio, al día siguiente de ser elegido secretario general, Sánchez ya avisó de la grave situación económica de CC OO. «Estamos al borde del estrangulamiento financiero como consecuencia de la reducción de los ingresos en más de un 40% con relación a 2012». El actual secretario general era el anterior responsable de Organización, Finanzas, Administración y Servicios de CC OO, responsable de la ejecución y control del presupuesto.
La causa mayor de este agujero en las cuentas de CC OO ha sido la caída en un 12% de las cuotas de afiliación derivadas de la crisis y el desempleo y la disminución de las subvenciones oficiales en un 74 %, merma que llega al 99% en las que provienen del Gobierno de Cantabria.
El secretario general ya anunció entonces que el sindicato debía caminar en la dirección de la autosuficiencia económica «sin la necesidad de la muleta de nadie», en referencia al recorte de las subvenciones gubernamentales. Y con un objetivo: «tener un presupuesto equilibrado en 2014».
A la vez que las decisiones económicas, el sindicato deberá abordar también cuestiones organizativas: la Ejecutiva se reunirá el 9 de septiembre para discutir el reparto de funciones tras el relevo en la Secretaría General, que ocupa Sánchez desde hace un mes.