domingo, 17 de marzo de 2013
Benidorm con su patrona al alba
Cientos de benidormenses se suman a la procesión que, desde la madrugada, recuerda el momento en que en 1740 apareció frente a la costa benidormense el "llondró" en el que, días después, se encontraría la imagen de una virgen entre cenizasTodos los vecinos pudieron tocar o coger a su patrona, a la que profesan gran devoción.
raquel lópez Cuenta la crónica de Benidorm relatada en el libro del historiador Pere María Orts que en 1740, al alba de un 16 de marzo, vieron los habitantes de esta villa un "llondró" a la deriva frente a la costa. No sabían que portaba, pero ante la duda de que sus dueños hubieran perecido en ella a causa de la peste, la enfermedad a la que por entonces más se temía, iniciaron una investigación para decidir que hacer con la barca. El día acabaría sin que aquellos benidormenses llegaran a saber que la pequeña embarcación rescatada, que terminarían quemando, portaba la imagen de una virgen. Días después unos niños la encontrarían intacta entre los restos de cenizas que quedaron del misterioso llondró, lo que fue interpretado como milagro, haciendo que la población hiciera a la santa su patrona, llamándola Virgen del Sufragio. Desde entonces la población ha recordado la "arribada" de su virgen protectora. Un homenaje que empieza al alba, a las cinco y media de la madrugada, y al que ayer volvieron a sumarse centenares de benidormenses.
La comitiva partió con gran puntualidad de desde la iglesia de San Jaime y Santa Ana por las calles del casco antiguo de Benidorm, parando en distintos puntos para dedicar una oración a su patrona: en la bajada a la playa de Levante, en la del Mal Pas, de nuevo en el casco histórico. Después, junto a la iglesia, se pudo escuchar: "Jesucristo y la Virgen hallan aquí en el cielo y al mirar en sus ojos un recondido anhelo le pregunta amoroso con voz que es un consuelo madre mía del alma que me puedes pedir". La primera estrofa del "verso" que por segundo año recitó Carmela Soria Martínez, dama de las Fiestas Mayores 2012, quien ha tomado el relevo a quien lo cantaba durante los años anteriores, su abuela Dolores Zaragoza Lloret (ausente en esta ocasión por temas de salud). Tras el verso y la procesión, que duró algo menos de dos horas, tuvo lugar un pequeño oficio religioso y se ofreció un desayuno para recuperar fuerzas a base de chocolate y cocas, toñas, bizcochos y otros dulces.A las diez de la mañana tuvo lugar una misa Mayor que precedería, en la tarde, a la ofrenda.
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