El presidente informará de su decisión a la dirección de los socialistas andaluces, que ratificará como sucesora a Susana Díaz
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ya ha
puesto fecha de caducidad a su mandato. El también presidente federal
del PSOE anunciará mañana, durante el comité director de los socialistas
andaluces, que en septiembre dejará la presidencia del Gobierno
autónomo. Lo anunciará justo el día en que el PSOE andaluz ratificará a
la consejera de la Presidencia, Susana Díaz, como próxima candidata a la
Junta.
Griñán puso en marcha el proceso de su sucesión hace menos de un mes, durante el debate sobre el estado de la comunidad. Entonces anunció que no volvería a repetir como cabeza de cartel de los socialistas andaluces, que poco después abrieron un proceso de primarias que concluyó la semana pasada con la designación de hecho de Díaz, ya que los otros dos aspirantes no consiguieron los avales necesarios para acudir a las urnas. La consejera de la Presidencia hizo toda una demostración de fuerza al lograr casi 22.000 firmas de los militantes, lo que supone casi la mitad del censo del PSOE andaluz.
La vorágine que vive el socialismo andaluz es constante y este es un nuevo episodio. Desde hace semanas, cuando Griñán abrió el proceso sucesorio, se venían haciendo cábalas sobre cuándo dejaría la presidencia de la Junta, ya que se daba por seguro que no iba a haber bicefalia: esto es que en el Consejo de Gobierno convivieran Griñán y Díaz.
El anuncio de Griñán se produce además en vísperas de la declaración ante la juez Mercedes Alaya, instructora del caso de los ERE fraudulentos, del ex interventor general de la Junta de Andalucía, Manuel Gómez. Este testimonio se considera clave para el futuro procesal de Griñán, ya que la Intervención hizo varios informes en los que alertaba del procedimiento irregular con el que se daban las ayudas cuando el presidente de la Junta de Andalucía era consejero de Economía y Hacienda.
Griñán puso en marcha el proceso de su sucesión hace menos de un mes, durante el debate sobre el estado de la comunidad. Entonces anunció que no volvería a repetir como cabeza de cartel de los socialistas andaluces, que poco después abrieron un proceso de primarias que concluyó la semana pasada con la designación de hecho de Díaz, ya que los otros dos aspirantes no consiguieron los avales necesarios para acudir a las urnas. La consejera de la Presidencia hizo toda una demostración de fuerza al lograr casi 22.000 firmas de los militantes, lo que supone casi la mitad del censo del PSOE andaluz.
La vorágine que vive el socialismo andaluz es constante y este es un nuevo episodio. Desde hace semanas, cuando Griñán abrió el proceso sucesorio, se venían haciendo cábalas sobre cuándo dejaría la presidencia de la Junta, ya que se daba por seguro que no iba a haber bicefalia: esto es que en el Consejo de Gobierno convivieran Griñán y Díaz.
El anuncio de Griñán se produce además en vísperas de la declaración ante la juez Mercedes Alaya, instructora del caso de los ERE fraudulentos, del ex interventor general de la Junta de Andalucía, Manuel Gómez. Este testimonio se considera clave para el futuro procesal de Griñán, ya que la Intervención hizo varios informes en los que alertaba del procedimiento irregular con el que se daban las ayudas cuando el presidente de la Junta de Andalucía era consejero de Economía y Hacienda.
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