Primero
fué blanca, por allá por los años 70 y 80. Luego en aras de la disauasión pero
por el negocio de la ORA se transformó
en azul. Ahora hay que dar de alta una nueva zona: La ZONA NEGRA. La Zona Negra
no está regulada. La Zona Negra no está por el momento comercializada. La Zona
Negra no tiene plan de marketing alguno. La Zona Negra por no tener no tiene ni
personal de confianza. Pobre Zona Negra , hasta que aparezca algún
espabiladillo, que los hay.
¡Qué
le vamos a hacer! Su movilidad (y que no se moleste la concejalía de similar
denominación) inmoviliza al ciudadano más móvil. Su inutilidad ( y que no se
moleste el equipo de gobierno por la comparación), trata de inutilizarnos cual a concejal no adscrito. Y
por el momento no nos lanza notas de prensa por segundo (y que no se de por
aludida la oposición).
Pero
no obstante y a la vista de las anteriores carencias, opino que ya va siendo
hora de que los vecinos inmovilizados, los vecinos inutilizados, los vecinos
notificados, alcemos nuestra debilitada y escuálida voz -mas bien mero susurro-
y cual afónicos indignados de la última hornada. Digamos: ¡Basta Ya!. Por
favor, a quien corresponda rogamos nos señalice todas las zonas negras de
nuestro Benidorm para saber a qué atenernos y a ser posible nos aplique una
sustanciosa reducción en nuestros impuestos municipales en concepto de
“sufrimiento vecinal”.
Normalmente
se dice que para muestra basta un botón. Veamos el botón. Hace unos meses -mas
exactamente cuando la ocupación hotelera no rozaba el 98%- aparqué mi coche en una “zona privada” donde no
impedía otra cosa que por ejemplo, una plantación de tomates cherry. Pues bien
al ir a retirar mi vehículo me encontré una propuesta de denuncia por aparcar
en la acera, con un falso número de la calle y por un importe disuasorio de
solamente 70,00 €.
Lógicamente
presenté un pliego de descargo adjuntando fotos de la zona y rogando anularan
la propuesta. Nada de nada, tiempo perdido. De momento recibí una denuncia a mi
nombre y otra a nombre de mi hijo y espero en cualquier momento recibir otra a
nombre de mi mujer y de un primo aforado que vive en Cuenca. ¡Menudo afán
recaudatorio! ¡Como se nota que la nómina de final de mes hay que cubrirla como
sea! Ahora bien, eso sí el correspondiente funcionario municipal encargado de
responder a los pliegos de descargo me contestó en nombre del Ayuntamiento, con
papel timbrado de SUMA (y ya hablaremos de Suma en su momento), diciéndome que
Nanay de la China, que una cosa es la autoridad y otra diametralmente opuesta
es el vecino, cosa que tiempo ah tenía clara, una cobra y el otro paga. Es
decir da la impresión de que la autoridad es como el Notario del Reino y que el
vecino es un miente-sujeto que trata de escabullirse como sea de sus
obligaciones ciudadanas.
Como
continuación del mismo botón de muestra, la noche del sábado al domingo me
llama un vecino para reguntarme: Tengo un coche en la entrada de mi garage ¿qué
hago?... Pues lo que hicimos, llamar a la Policía Local para comunicar el
hecho dando el número del vado.
La
Policía Local tardó (perdón, acudió) en sólo cincuenta minutos de nada. Acudió
como decía en un coche camufrado (sin distintivos de ninguna clase) y el
suboficial al cargo nos preguntó sagazmente: ¿Han llamado Vdes. por el tema
del vado? Y respondimos, sí, pero el coche que ocupaba el vado ya se fué
hace tiempo (para mi que le vencía el ITV). El suboficial añadió: Hemos
revisado todos los vados y están todos libres.Y entonces tuve la desdichada
idea de preguntarle -sin participar en concurso- la pregunta del millón: ¿Va a
multar a todos los coches que hay aparcados encima de la acera? A los que
respondió: Solo tenemos una grúa y a tantos coches no podemos multar porque
tenemos mucho trabajo esta noche.
Eran
exactamente las once de la noche y no se por que ni por cuanto, me vino a la
memoria una antigua canción realtiva a los cristales rotos de una supuesta
estación, cuyo estribillo decía: Perdone señor guardia ¡chim, pum!, perdone
señor guardia ¡chim, pum! Perdone señor guardia ya no lo haremos más.
Más o
menos sobre la una de la madrugada, cuando depués de acudir al SACA (Servicio
de Atención al Ciudadano Alocado) gracias al cual pude recuperar en lo que cupo
ni normalidad, pensé milagrosamente
¿seguirán los coches aparcaditos sobre la acera? (una recaida la tiene
cualquiera) y lamentablemente allí estaban todos tan contentos, tan alineados,
tan aparcaditos ellos, tan en la puerta de casa y sin multa alguna sobre el
parabrisas.
Pero
como esta cabeza mía no parece estar muy en las suyas, me surgió otra pregunta:
¿Cómo va a pasar el camión de Recogida de los Residuos Solidos Urbanos para
llevarlos a la planta de reciclaje de El Campello y por el que pagamos
anualmente la mínima módica cantidad de 127,00 € por vecino, mientras que en la
capital de Alacant-Alicante pagan nada menos que 53,00 € por el mismo servicio,
eso si, reciclaje en El Campello incluido? Vaya pregunta larga, incómoda,
impropia y destartalada; si ya les decía yo que mi cabeza no andaba muy cómoda.
Pero que le voy a hacer, ni me cuadran los números, ni las explicaciones, ni
los residuos mas o menos sólidos, ni a estas alturas me cuadro yo. Aquí hay
gato encerrado. O alguien se está llevando la pasta, o los vecinos de esta
ciudad somos descendientes “cum laude” del tonto de Abundio.
Volvamos
a la era que todavía queda más polvo por tragar. Sobre las 01:20 horas llegó
como era previsible el camión de la basura ¿se creían que no me acordaba? pues
si, no me olvidaba el tema. Y como era previsible unos 25 vecinos se quedaron
con sus residuos sólidos urbanos sin recoger ni reciclar en la planta de El
Campello, a pesar de haber pagado el servicio a precio de oro.
Según
me comentó el conductor del camión ese problema le surge continuamente. Así que
señores administradores de los servicios públicos (redoble de tambor): Habrá
que tomar medidas y resolver estos problemas, bien sea desde la empresa
concesionaria, desde la concejalía de limpieza urbana o desde la de movilidad,
o dedicarse a la catalogación de las pinturas ruprestres en Australia.
Bien,
si hablo del pecado y hablo del pecador necesariamente tengo que decir donde se
conjugan los verbos por no perder el compuesto. Calle Las Flores ¿qué flores?
Todas las flores.
¡Sobre
todo Las Negras!
José
A. Corachán Marzal
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