Hace
más de 2.000 años se erigía en la cima del Tossal de La Cala una muralla romana
que protegía una fortificación militar que controlaba la navegación del Senado
Romano en nuestro litoral. Así lo demuestra el descubrimiento que miembros de
la Universidad de Alicante y del departamento de Patrimonio Histórico del
Ayuntamiento de Benidorm han protagonizado, tras encontrar indicios en las
investigaciones realizadas en 1943 por el padre Belda.
El
nuevo hallazgo desmonta la creencia que se tenía hasta ahora y que apuntaba que
los restos arqueológicos del Tossal respondían a un poblado íbero. Los nuevos
datos nos trasladan a hace unos 2.000 años y nos sumergen en tiempos convulsos
plagados de guerras civiles romanas y la fortificación o castellum de Benidorm,
junto a las del Cap Negret de Altea,
Ifach de Calpe, Portet de Moraira y el del Montgó, forman parte de un plan de
fortificación mandado construir por el general Sartorio para controlar la
navegación de las naves del Senado Romano que rebasaban el cabo de la Nao y
tenían como destino el puerto de Cartagena.
Según
ha indicado la profesora de arqueología de la UA Feliciana Sala “este
yacimiento nos ha dado mucha información y se ha convertido en el modelo del
resto de fortines costeros”. Asimismo, Sala ha señalado que se trata de “la
muralla más antigua del Sureste peninsular”.
El
descubrimiento, que se enmarca dentro de la I Campaña de Excavaciones en la que
se encuentra inmerso el Ayuntamiento de Benidorm y la Universidad de Alicante
desde el pasado 1 de julio y hasta el próximo día 12, tuvo lugar en el segundo
día de trabajo, confirmando las hipótesis del padre Belda, completadas con los
estudios de Tarradell en 1956 y de Francisco García Hernández en 1984. Con un
metro de grosor, la muralla cerraba muy eficazmente el recinto siguiendo el
trazado de la cota 85. Así pues, se trata de un enclave de media hectárea en la
cima del Tossal, fortificado y con unas 26 estancias dotadas de escaleras para
comunicar las partes más bajas con las superiores. Se cree además que la
fortificación podría albergar a unos 260 soldados que luchaban contra el bando
del general Pompeyo.
Aunque
el yacimiento no corresponde con un poblado íbero, no obstante, no se descarta
que los íberos de la comarca vivieran en el enclave integrados en el ejército
romano como tropas auxiliares. De hecho, los íberos se situaban en el Racó de
les Bastides y proveían de avituallamiento a las tropas romanas del castellum.
En este sentido, la edil de Patrimonio Histórico, Eva Mayor, ha afirmado que “para la Concejalía
hoy es el día más importante porque hemos cambiado el curso de la Historia de
Benidorm”.
El
alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, la primer teniente de alcalde, Gema Amor,
y la edil de Patrimonio Histórico, Eva Mayor, han visitado esta mañana el
enclave para supervisar los trabajos de lo que todos han coincidido en
calificar de “descubrimiento histórico” para Benidorm.
Gema
Amor, por su parte, ha destacado y agradecido la implicación de la iniciativa
privada en este proyecto como es el Hotel Poseidón y el Grupo Bali, que ha
permitido que los trabajos arqueológicos “tengan un coste cero para el Ayuntamiento”.
Por
último, el primer edil de la ciudad, Agustín Navarro, ha subrayado que el
trabajo llevado a cabo en este yacimiento ha sido posible desde que el actual
Equipo de Gobierno decidiera dividir la Concejalía de Patrimonio y crear una
concejalía propia para Patrimonio Histórico. “Esa idea se ve hoy recompensada
con este descubrimiento tan importante que pone de relieve que Benidorm tiene
antepasados romanos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario