Maesba
“TERCERA
PAGINA” inicia, tal y como adelanto, artículos del tema de FCC, lo hacemos de mano de nuestro
colaborador Juan Antonio Corrachan que se ha brindado a ello. El lector podrá ver,
entre otras cosas, que los contribuyentes de Benidorm hemos estado, tal vez
estemos aún, pagando la BASURA DE TERRA MÍTICA Aquí se ha ido tirando el
dinero a mansalva y es incomprensible que se obtenga cerca de 4 millones de
euros de rebaja en la concesión, si previamente no existe un abuso económico en la misma. Un abuso que muy bien pudiera venir por el otorgamiento,
presuntamente, de presuntas COMISIONES, SOBRES tolerados por quienes están obligados a defender los
intereses generales de la población, NO LOS DE FCC y ,¡¡¡ENCIMA!!!, tenemos la ciudad mas sucia que nunca. Rebajar cuatro millones de euros de un contrato supone que pudiera existir precios muy por encima del mercado.
(A vueltas con los
papeles extraviados del camión)
Sigue sin enterarse el equipo de
gobierno de nuestro Ayuntamiento que su permanente “Operación Cigüeña” es un
fracaso y un descalabro y desastre absoluto. Esconder la cabeza para no ver la
realidad de lo que acontece, es grotesco, absurdo, grotesco y esperpéntico.
Pretender hacernos comulgar con ruedas de molino cada día escondiendo
documentos, informes y auditorías,
negando su acceso a diestro y siniestro para tratar de hacernos creer que esta
ciénaga es agua de manantial, es vana empresa, tiempo perdido y lo que es peor
despilfarro, dispendio y dilapidación del dinero público. El uso indebido de
los votos (léase confianza) les pasará factura a estos bisoños mas tarde o más
pronto y seguro que esa factura además del IVA irá acompañada de algo más.
Tiempo al tiempo.
Por ello escribo nuevamente sobre
uno de los temas redundante o más bien “estrella” de nuestro Ayuntamiento, a
pesar de haberlo tratado en varios de mis escritos y esperando no aburrir al
posible lector. Esta insistencia en el tema tiene un origen y un destino: el
primero la opinión del Sr. Alcalde, quien públicamente me ordenó callar por no
tener ni idea, tras mostrarle los dos recibos -uno de Alacant-Alicante de 53,00
€ y otro de Benidorm de 127,00 €- como importe de la tasa por similar Servicio
de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos-
dándole seguidamente a conocer públicamente mi opinión: En
Alacant-Alicante saben administrar mas económica y eficazmente desde el punto
de vista vecinal, que en Benidorm.
El segundo, curiosamente tan
discrepante como el anterior, dará ocasión al lector a juzgar si tengo “idea”
sobre el tema del Servicio de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos. Advertirá
el lector mi reticencia, mi evasiva, al no utilizar el término basura. Con ello
trato simplemente de no crear confusiones.
No obstante y al objeto de no
suscitar intranquilidad, sobresalto o temor, voy a hacer un poco de historia,
tratando de situar poco a poco el asunto en su justa medida, ya que de no ser
así -como en el conocido juego de la silla- el último que no se “asienta” se
lleva la prenda, y como la prenda además de oler a podrido, rezuma, emana gases
tóxicos y hay que reciclarla en la planta de El Campello -pagando-, mejor la
repartimos entre los protagonistas y que cada cual cargue con su olorcito,
rezumo y gas en su contenedor personal, que nuestro dinero nos ha costado, nos
cuesta y como sigamos así, nos costará.
Érase el año del Señor 1.993,
cuando a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (vulgo FCC) le
adjudicaron los Servicios de Recogida de los Residuos Sólidos Urbanos y
Limpieza Viaria por nuestro Ayuntamiento tras concurso público, por un canon de
4.250.000,00 €.
Van transcurriendo los ejercicios
y en 1.998 se amplió el contrato con la concesionaria hasta Tierra Mítica (que
como todos sabemos no es patrimonio municipal pero que al parecer ha corrido a
cargo de nuestros bolsillos la limpieza de sus residuos sólidos (y económicos)¿?
no entendemos por qué razón) con 150.000 € de nada, cantidad que al sumarla al
canon pactado, hizo que superáramos los 4.400.000 € y con en un juego de manos
más propio de un prestidigitador titulado que de un Ayuntamiento serio y leal
con sus vecinos, se convirtiese en 5.400.000 €.
Dos años sin pagar a la
concesionaria provocaron una deuda de 12.600.000 € y así con la escusa de ir
amortizando poco a poco la deuda en cómodos plazos, se firmó ¡cómo no! otra
nueva prórroga del mismo que alcanzó hasta el año 2.008.
Llegados a este punto, nos vemos
obligados a pensar que pasó con el principio de “igualdad de oportunidades” que
se supone rigió y debe regir durante todo el tiempo establecido en el momento
de la adjudicación de servicios públicos, y así nos encontramos con la realidad
de su aparente vulneración, de tal forma que puestos en la piel -valga la
expresión- del resto de empresas que licitaron por el servicio en el año del
Señor 1.993, con esta maraña de ampliaciones sobre ampliaciones, perdieron su
derecho a ofertar, puesto que al variar los condicionantes originales su
oportunidad de ofrecer un mejor precio e incluso un mejor servicio quedaron de
un plumazo arrogantemente despreciadas.
Como hay más, no solamente vamos
a detenernos en este momento sino que vamos convertir la parada en
aparcamiento, para ganar más tiempo y poder meditar sobre el asunto con más
profundidad y sosiego. El aparcamiento nos permite alcanzar el convencimiento y la seguridad de
la siguiente conclusión: El contrato está invalidado en sí mismo por una
contundente y tajante razón fundamental: La Ley 13/1955 sobre Contratación de
las Entidades Públicas que en su articulado prohíbe expresamente la duración de
este tipo de contratos por más de 65 años incluidas las posibles prórrogas.
¿De qué prórrogas hablamos? Muy
sencillo, en el pliego de condiciones está prevista la prolongación del
contrato anualmente por tácita reconducción, lo que convierte este
contrato en una nueva figura administrativa ilegal: Si atendemos a su espíritu,
podríamos definirlo como “Contractus a divinis”, si atendemos a su
duración, nos encontraremos ante un
“Contractus in eternum”. Lo cual no podemos negar que marca todo un hito en el
devenir de la administración pública y merece al menos todo un capítulo
prologado en cualquier manual de Derecho
Administrativo e incluso su mención en los de Economía, al menos como ejemplo
de cómo no debe actuar la administración pública. Todo un reto. Las repetitivas
modificaciones del contrato original pueden suponer un serio obstáculo al
espíritu de la Ley de Contratación de las Administraciones Públicas por
afección a la buena fe y a la libre concurrencia que siempre debe presidir
estos contratos.
Seguimos modificando tras lo
dicho, el contrato maestro. El
año 2.000 del Señor y por un “Quite Vd. los contenedores aéreos y transfórmelos
en subterráneos. Transfiera, transporte y elimine los Residuos Sólidos Urbanos
en la planta de El Campello”. Ahí es nada el quite, subió el canon en más de
2.150.000 €; con ello el aumento superó
el 75% de incremento siguiendo la política de “modifica que no me alcanza” soslayando
la Ley que fija el límite a un nivel inferior.
Finalizando el año del Señor
2.002 se aprueba ¡que novedad, que primicia! una nueva ampliación del contrato
maestro debido a la puesta en marcha del
Ecoparque y Planta de Clasificación de Envases Ligeros, para llegar a alcanzar
con la ayuda de un nuevo servicio (Recogida de Enseres) el año del Señor 2.004
a un canon de 8.700.000 €. Y mire Vd. por donde empezamos a ver camiones (los
de Benidorm Más Limpio), furgonetas (las de Ayuntamiento de Benidorm. FCC) y
personal vario uniformado (pálido azul FCC) limpiando en el vecino pueblo de
Finestrat. Les vimos en el Colegio Público, en la Oficina de Información
Turística en La Cala, en el Ambulatorio de
La Cala, Centro Social, Gimnasio y Ayuntamiento durante meses y meses. Pensamos
en su momento que era un acto de solidaridad vecinal con nuestros colindantes
moradores del occidente comarcal, cuando tal vez nos equivocamos llevados de
nuestro impulso fraterno, y a lo mejor (peor) era un indebido “desvío de la
hoja de ruta”.
Verá el sufrido lector que a
partir de este momento ya no voy a utilizar la palabra Señor antepuesta al año.
La razón es clara y evidente. Considero que con lo visto hasta ahora y con lo
que vamos a seguir viendo, el Señor
nos abandonará definitivamente a nuestra
suerte sigamos invocándole o no.
Claro, manejar cifras económicas
con siete dígitos en un contrato que tildamos de maestro no parece quedar muy
serio, no está ni al nivel del binomio ampliarte, agrandarte y amplificante (empresa que cobra, Ayuntamiento que recauda)
ni por supuesto, al nivel del pobre vecino contribuyente que se las ve y se las
desea a la hora de pagar las crecientes desmedidas y excesivas tasas.
En virtud de la buena experiencia
económica de la parte contratante de la primera, segunda tercera y sucesivas
partes (¿les suena?), surge una nueva y esperada ampliación y en el año 2005 se
aprueba una nueva, alegando la construcción de una Instalación para el
Mantenimiento de la Maquinaria de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos y
Limpieza Vial. Se alcanzan así ¡por fin! los tan ansiados, anhelados y deseados
OCHO dígitos (así queda abierta la puerta de los nueve, ¿diez? No olvidemos que
el contrato maestro es eterno en su duración -por eso es maestro- y el número
de dígitos es infinito). Ya hemos alcanzado la cuota de los 11.000.000 € en una
docenita de años.
Al son de la canción “El contrato
sí, el contrato no, el contrato trato de firmarlo yo y que no te enteres tú”
-propuesta para el Festival de lo Inadmisible e interpretado por la banda de
los Absurdos, con solo dos nominaciones, las
partes contratantes- y basados en el principio activo de la eternidad
del contrato maestro, aprovechan impagos, docenita de años y otras pequeñeces y
prorrogan la concesión por otros 10 años, fórmula citada por algunos autores
como MAD (Método del Ahorro Demoniaco: Un solo documento maestro con ampliaciones
ilimitadas) y así a media luz los dos, perpetuar su duración per secular
seculorum. Para mí que lo de MAD, es otra cosa... pero...
Pero no teman, no se preocupen,
locos no están, tampoco están chiflados, no son mínimamente prudentes y
juiciosos, y como dinero ya no les queda, habrá que probar suerte... con los
vecinos, con el contribuyente, y si no tiene dinero... que lo busque, que para
eso están los préstamos e hipotecas de Bancos y Cajas, y en su ayuda las
subastas y los desahucios y si no... las cuerdas y los olivos con robusto, recio
y fornido ramaje. ¡Menuda banda!
Así las cosas y tras un breve
respiro, se reanudó sensiblemente la actividad modificadora y se amplió la
cuota en más de 700.000 € y la vorágine de euros nos rodeó cual galerna norteña
acompañada de tornados, tifones y
huracanes. Llegaron nuevas modificaciones de 208.000 €, 160.000 €, 60.000 € por
ampliación de la recogida durante tres meses (los del verano, que son realmente
dos, pero que como no hay dos sin tres...) y claro añadieron 50.000 € por Limpieza
Viaria y en el vórtice de esta auténtica locura de dispendios aparecen 750.000
€ por revisión de las mejoras del 2007.
Seguir haciendo historia de lo
ocurrido con el SRRSU hasta nuestros días es más de lo mismo y ya cansa... que si rompo la baraja,
que si ya no contrato, que me devuelvas los cromos, que no t'ajunto, que te rebajo 4 milloncejos de na p'a que
m'ajuntes, que te los repercuto... ¡callaros malditos!
Y por eso me niego en rotundo a
seguir con esta historia porque estoy quedando fatal sin necesidad y sobre todo
porque ya tengo la solución: ¿Yo me preguntaba, he preguntado y seguiré (ya no)
preguntando: Porqué razón en Alacant-Alicante pago 53,00 € por el mismo
servicio que en Benidorm pago 127,00 €?
¡Es que soy tonto! ¡Si ya está
claro!
Jose´Antº. Corachán Marzal
No hay comentarios:
Publicar un comentario