Domingo 04 de agosto de 2013 | Publicado en edición impresa
Washington afirmó que interceptó mensajes electrónicos del grupo; cerraron delegaciones diplomáticas en varios países
PARÍS.-Francia, Gran Bretaña, Alemania y otros países europeos adoptaron ayer extraordinarias medidas de seguridad en una clara reacción a la alerta planetaria lanzada por Estados Unidos, al advertir que la red terrorista Al-Qaeda prepara un atentado de envergadura, según mensajes electrónicos de la organización interceptados en los últimos días.
El aviso global emitido por el Departamento de Estado y las agencias de seguridad -que permanecerá vigente hasta fines de agosto- atañe en total a 21 embajadas y consulados norteamericanos en 14 países, que permanecerán cerrados algunos hasta mañana y otros hasta fin de mes. La advertencia concierne una "media luna del terror" que se extiende desde Mauritania hasta Bangladesh, pasando por el norte de África, Medio Oriente y toda la zona del Golfo Pérsico.
Estados Unidos lanzó la medida de alerta luego de haber interceptado comunicaciones telefónicas y mails en los cuales importantes dirigentes de Al-Qaeda examinaban posibles ataques contra intereses y objetivos norteamericanos, particularmente en la Península Arábiga. "El riesgo de un atentado es más real que en otras ocasiones", aseguró el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey, en declaraciones a la cadena ABC.
En Francia, el presidente François Hollande anunció personalmente que había ordenado cerrar "por varios días" la embajada en Yemen, país que -según el "aviso de prudencia" difundido anteayer por Estados Unidos- podría ser objetivo de un inminente ataque terrorista.
"Disponemos de elementos que nos permiten pensar que las amenazas son extremadamente serias", precisó.
Gran Bretaña y Alemania también cerraron sus misiones diplomáticas en Yemen y colocaron en estado de máxima alerta a sus embajadas en países árabes. La cancillería suiza lanzó una advertencia dirigida a sus ciudadanos que se encuentran actualmente en zonas críticas, pero rehusó indicar si había decidido cerrar embajadas. Italia, en cambio, decidió mantener abierta su sede en Saná, aunque redujo su personal al "mínimo imprescindible" y le ordenó respetar los criterios de "máxima prudencia y cautela".
Interpol se sumó a las medidas de precaución al emitir, por su parte, una alerta planetaria, al sugerir a sus 190 países miembros que extremen la vigilancia, después de una serie de evasiones ocurridas en prisiones de varios países. La organización internacional de policía sospecha que Al-Qaeda estuvo aparentemente implicada en esos episodios, en los que "centenares de terroristas y criminales" lograron escapar de la cárcel en nueve países.
La organización recordó que agosto es un mes aniversario de varios "ataques terroristas violentos" en la India, Rusia e Indonesia. Esta semana también "se cumplirá el 15° aniversario del atentado contra las embajadas de Estados Unidos en Nairobi [Kenya] y Dar es-Salaam [Tanzania]", que provocaron unos 200 muertos y 4000 heridos.
Los intercambios de mensajes electrónicos detectados por Estados Unidos aumentaron luego de un video difundido el jueves a través de Internet por el egipcio Ayman Al-Zawahiri, de 62 años, considerado el actual líder mundial de Al-Qaeda. Al-Zawahiri apelaba en ese mensaje a atacar intereses norteamericanos en represalia por las acciones militares de Estados Unidos en el mundo musulmán y, en particular, los ataques con drones (aviones sin piloto) en Yemen.
A partir de ese momento, "el tránsito [de comunicaciones] fue muy superior a la charlatanería habitual", comentó un responsable de inteligencia norteamericano que reclamó el anonimato.
Los servicios de inteligencia, sin embargo, no han identificado aún al país que podría ser el próximo objetivo terrorista.
A pesar de cerrar embajadas y reforzar su dispositivo exterior, los gobiernos europeos rehusaron comentar oficialmente la credibilidad de la alerta lanzada por Estados Unidos.
Esa prudencia obedece al temor de hallarse frente a una maniobra política norteamericana, destinada a justificar las criticadas actividades de espionaje electrónico realizadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) y otros organismos de inteligencia.
Si bien los mensajes de alerta de Estados Unidos no son infrecuentes, se trata de la primera vez que Washington revela la forma en que obtuvo la información y ahí radica la sospecha. Este episodio sobreviene en plena polémica internacional sobre los programas clandestinos de espionaje electrónico revelados por el ex agente de la CIA Edward Snowden.
Algunos gobiernos europeos temen, aunque no lo dicen públicamente, quedar atrapados en una maniobra de manipulación destinada a legitimar la actividad internacional de las agencias norteamericanas de inteligencia.
Desde el comienzo del escándalo de las actividades de la NSA, los responsables de los servicios de inteligencia recuerdan que el espionaje electrónico permitió "evitar una gran cantidad de atentados".
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